En la capital de Puerto Rico, San Juan hay una intrigante mezcla de construcciones y partes antiguas y nuevas. La parte antigua de San Juan se alza sobre una pequeña colina posada sobre una isla que se ve en el Océano Atlántico.

Para recorrer esta parte antigua de San Juan, es conveniente ir caminando, ya que el estacionamiento es limitado. Esta ciudad amurallada es todo un hito histórico que data del 1510.

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Actualmente, esta parte antigua de San Juan, es verdadero escaparate histórico de cuatro siglos de antigüedad con una identidad cultural única. Para conservar algo de la historia que ha quedado plasmada aquí en las ruinas y vestigios arqueológicos de esta parte de la ciudad, se han destinado millones de dólares desde el año 1993, cuando se celebró el año 500 desde que Cristóbal Colón emprendiera su viaje.

Las calles están repletas de adoquín, son bastante estrechas y están rodeadas de muros color pastel que recubren los museos, mansiones, restaurantes, boutiques y discotecas. Es interesante pasar a ver el Paseo de la Princesa y el Paseo de la Muralla que serpentea a lo largo de las murallas de la ciudad, entregando una vista panorámica bastante romántica.

Los dos paseos de los que les hablo, están completamente iluminados por las noches, para caminar o pasar con el auto en ciertas partes. Hay tres partes que han resistido a lo largo de los siglos los ataques de los extranjeros en esta parte de San Juan, El Morro, con seis niveles y una torre de 140 metros sobre el Atlántico; San Cristóbal, que data del siglo XVIII y tiene una compleja red de túneles que sirvieron para el transporte y emboscada de los enemigos y por último San Jerónimo que queda en el este del viejo San Juan y tiene un interesante Museo Militar.

Foto: Flickr

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