Hace un par de años, una afamada revista de viajes incluyó a una playa puertorriqueña entre las más hermosas del mundo, sin multitudes. Bahía Sucia en Cabo Rojo es una de estas playas, que fueron seleccionadas por aquel entonces, entre otras diez igual de bellas y solitarias.
Playa Sucia es maravillosa, a pesar de su nombre, lo que podría llevar a confusión. En época de verano este lugar deja de ser un paraje solitario y al lugar llegan miles de personas, incluyendo a gente que se dedica a proteger la playa y su litoral, por su incuantificable valor ecológico.
Las mejores vistas de Playa Sucia, se pueden obtener desde el farellón donde está enclavado el histórico Faro de Cabo Rojo. Desde el acantilado, se puede descubrir la pequeña playa, cuyo acceso en verano tiene que ser regulado para que no se acerquen demasiados vehículos a la zona.
Playa Sucia no es la única playa bella y aislada que tiene Puerto Rico. También están aquellas que comienzan en la costa suroeste de la isla y terminan en lugares que solo un gran conocedor de la geografía del lugar podría identificar.
Desde Guánica se puede entrar a la capital de estas playas secretas, aunque también esta la Caña Gorda, una playa mucho más accesible y atractiva. Playa Sucia se abre hacia Bahía Sucia, y desde ahí, se puede ir a conocer varias otras playas que están con sus caminos señalizados. Las mejores playas, moviéndose hacia Ponce, son Rosado Beach, Playa Santa y Playa Tamarindo.
Aunque todas estas playas sean difíciles de alcanzar, con un poco de perseverancia se puede llegar a disfrutar del idílico paisaje cubierto de un telón con fondo tropical.