Todos los años el Radio Telescopio Arecibo recibe unos 200 científicos para continuar con sus proyectos de investigación.
El Observatorio Arecibo tuvo su origen la idea del profesor William E. Gordon, de la Universidad de Cornell, quien estaba interesado en la investigación de la ionosfera. El Observatorio se comenzó a construir finalmente en el año 1960, hasta que tres años después comenzó a operar bajo la dirección de Gordon.
Los que dan vida a estos proyectos deben pasar por mucha burocracia para conseguir financiamiento y poner en marcha la idea, por lo que es notable el esfuerzo y trabajo que haya ejecutado este profesor, ya que en la actualidad hay muchos proyectos que no logran ver la luz debido a la poca pasión de sus creadores, que prefieren quedarse encerrados entre cuatro paredes haciendo las mismas investigaciones de siempre, antes que incursionar en un terreno que implique algo distinto.
Como todo Observatorio, el de Arecibo debía estar inserto en un lugar geográfico con ciertas condiciones especiales, de modo de poder estudiar los fenómenos de la ionosfera y los planetas cercanos que pasan por encima. El Observatorio cuenta además con un laboratorio óptico con varios instrumentos que sirven para ampliar las investigaciones, dándole al Observatorio una capacidad complementaria que le da una capacidad singular en el mundo en términos de investigación.
Con el pasar del tiempo el Observatorio se fue implementando con nuevos instrumentos como el reflector actual. La cúpula gregoriana con los subreflectores y el sistema electrónico por su parte, ayuda a aumentar la capacidad del telescopio, sin contar con el nuevo radar que se instaló.
Como es de suponer, para mantener esta gran infraestructura hace falta una gran dotación de personal que lo mantenga en óptimas condiciones, sin contar con que esto genera enormes costos, ya que la mantención también involucra el trabajo de ingenieros, expertos en computación y técnicos de diseño y construcción de instrumentos. Además, hay un equipo de operadores del telescopio de observación que tiene que estar operativo las 24 horas del día. En total, trabajan unas 140 personas en el lugar.
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