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El Museo del Arte de Puerto Rico, ubicado en Santurce, recibió recientemente una importante donación de parte de la familia Ferrer Rincón. Se trata de una famosa pintura del siglo 19, llamada “Meladero Trapiche”, del artista puertorriqueño Francisco Oller.

Esta famosa obra fue pintada durante una etapa decisiva para el arte en América Latina, en pleno siglo XIX, cuando educados pintores puertorriqueños educados en Europa, deciden participar con temas locales, logrando un tipo de pintura impregnada de brillo, acorde con la luz de los trópicos.

Además de su valor estético, según el artículo publicado en ArtNexus, la obra “Meladero Trapiche”, posee un intrínseco valor histórico, ya que retrata una escena rural y un modelo de un trapiche, que es un molino de caña de azúcar que trabaja con tracción animal, tecnología que fue desapareciendo hacia finales del siglo XIX.

Hacia fin de este año, la obra “Meladero Trapiche” será incorporada como parte de la colección permanente del Museo del Arte de Puerto Rico.

Francisco Oller nació en Bayamón, Puerto Rico. Estudió Arte en su país con Juan Cleto Noa y en España con Federico de Madrazo y Kuntz, por entonces, director del Museo del Prado. Oller prosiguió sus estudios en Francia con Thomas Couture, Gustave Courbet y Charles Gleyre. En Francia fue donde conoció a Camille Pissarro, Paul Cézanne y Armand Guillaumin, quien junto a Couture y la obra de Courbet influyó en su obra hacia el realismo y el impresionismo.

Oller fue reconocido como el primer artista impresionista hispano. Durante su trayectoria artística fundó la Academia Libre de Arte de Puerto Rico y en 1884 fundó una escuela de arte para las mujeres jóvenes, la cual más tarde fue reconocida como Universidad Nacional. Oller ejercitó la realidad del paisaje de Puerto Rico a través de sus obras de arte.

La trayectoria y historia de Oller es muy interesante, por una parte, y que es la que creo más relevante, porque regresa a su país luego de formarse como artista, y se atreve a fundar academias que son exitosas. Todavía hoy en día muchas de estas iniciativas son replicadas de igual forma en países hispanos, sin embargo, no todas llegan a prosperar tan alto como llegar a ser una Universidad. Sin duda allí la visión de los directores y miembros formadores, es la que lleva una idea pequeña a algo grande.

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