El Quinto Centenario de Colón, en el año 1992 provocó una renovación considerable en todo lo que era la arquitectura colonial de Puerto Rico. Antes, era todo muy cargado al estilo colonial, con estrechas y sinuosas calles empedradas y paredes color pastel, edificios con techos de tejas rojas, balcones florecientes y enormes puertas de madera que daban la entrada a patios de interior.
Todo esto fue cambiando con los proyectos de restauración actual sumados a los proyectos de renovación que hay en el Viejo San Juan, que albergo al principal centro de comercio de España y al poder militar en las Indias Occidentales durante casi cuatro siglos.
En la época de la colonia, España ordeno que la ciudad fuera protegida por muros de piedra arenisca y enormes fortalezas, ya que allí desembarcaban los buques cargados de valiosos tesoros, haciendo el viaje de regreso a Cádiz o Sevilla. El Viejo San Juan no tenia espacio para expandirse, por esto se construyeron nuevos edificios al este de la ciudad vieja, lo que es hoy la moderna ciudad de San Juan que todos conocemos.
De las viejas estructuras, que ya datan desde el siglo XVI, quedan El Morro, la Catedral de San Juan, y el Convento de los Dominicos. La Casa Blanca, también sigue en pie, y es emblemática por haber sido un proyecto de mansión del primer gobernador que tuvo la isla, Ponce de León. Me pregunto si alguna vez un gobernador, o tan siquiera el más insignificante político han vivido en una casa que refleje las carencias de un ciudadano común y corriente y me da un poco de risa.
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