Juan F. Acosta
Nació en San Sebastián, PR el 27 de Mayo de 1890. Comenzó sus estudios musicales a los diez años de edad con Don Jesús Figueroa. Se esforzaba por ser el discípulo más destacado y a temprana edad comenzó a tocar el onóveno, el bombardino y el clarinete. Al poco tiempo ya preparaba arreglos musicales para una orquesta de adultos que dirigía su profesor.
Al cabo de seis años pasó a la tutela de Don Angel Mislán quien de inmediato simpatizó con el jovencito y comenzó a darle clases de armonía y composición. Reconociendo la aptitud y habilidades de su joven discípulo, cuando Mislán partió de la ciudad lo recomendó como su sucesor en la dirección de la Banda Municipal, siendo nombrado al cargo.
A los 19 años de edad compuso su primera danza, titulada «Las Carmelas», inspirada en dos buenas amigas. Se mudó entonces a Adjuntas, donde conoció a la joven Ramonita Nieves González, quien se convertiría en su esposa y compañera por más de cincuenta años y con quien procreara once hijos.
En Adjuntas organizó varias bandas escolares y municipales. Debido a su labor como maestro de música su vida transcurrió mudándose frecuentemente, llegando a vivir en 37 pueblos diferentes.
Dejaba en todos ellos su huella del maestro dedicado que encausaba a la juventud en el conocimiento y apreciación de la música y el arte.
Su fecunda obra consta de alrededor de 844 piezas musicales, la mayoría de ellas danzas. Pero también compuso otros géneros como: pasodobles, valses, plenas, además de 127 himnos religiosos. Su danza más conocida es «Bajo la sombra de un pino» inspirada el 7 de julio de 1936 bajo un viejo pino en la plaza de Hatillo.
La letra de esa danza fue compuesta por José (Pepito) Martínez y Jorge William Díaz, oriundos de Lares, PR. Don Angel consideraba que otras composiciones como: Así es la vida, Invocando a Dios, Glorias del Pasado, y Recordando a Mislán son musicalmente superiores a ésta, su composición más popular.
El Instituto de Cultura Puertorriqueña es custodio de 300 de sus obras y para la década del 60 produjo una grabación de doce de sus composiciones favoritas, interpretadas al piano por Elsa Rivera Salgado.
Falleció en 1968, y según su propio deseo fue sepultado en Quebradillas bajo la sombra de un pino que sembró su familia sobre su sepultura.