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En un escrito del Sr. Samuel R. Quiñones que aparece en la revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña, edición de enero a marzo de 1966, nos trae éste otra interesante vertiente, muy distinta a todas las demás.

Nos presenta el Sr. Quiñones la «cantiga #348» de la serie de las «Cantigas de Santa María» compuesta o mandada a componer por el Rey Alfonso X el Sabio en el Siglo XIII.

La transcripción a notación musical moderna de esa cantiga nos presenta un ejemplo claro de lo que podría ser la antecesora de nuestra danza. Tiene una parte de seis compases que podría ser considerada como el paseo.

Le sigue una parte de ocho compases, con un compás adicional que podría ser considerado como de transición o puente a la tercera y última parte de ocho compases que se repiten.

En el acompañamiento de la segunda y tercera parte se puede apreciar el inconfundible patrón rítmico de nuestra danza.

Dice el Sr. Quiñones, y estoy totalmente de acuerdo con su apreciación: «Conocer la música de esa cantiga es abrir una ventana de inquietud a la preocupación investigadora de nuestros musicógrafos.

Es como pedirles que reabran el expediente indagador del origen de nuestra danza. Tocar u oir la música de las cantigas sera como gustar el ritmo inconfundible de una de nuestras danzas puertorriqueñas, con su paseo, con su parte bailable, con su cadencia inconfundible.»

Forma

Tradicionalmente las Danzas se clasifican en dos tipos: románticas y festivas. Las dos variantes realmente son bastante diferentes entre sí.

La Danza consta de cuatro partes: la introducción o paseo (usualmente de ocho compases en tiempo de 2/4), un primer tema, un segundo tema y un tercer tema, cada uno de 16 compases. El tercer tema es usualmente más alegre o más melódico y en éste, el bombardino (instrumento de acompañamiento con sonido muy parecido al del trombón) deja su rol de acompañante para convertirse en solista, interpretando la melodía.

Después del tercer tema hay una recapitulación del primer tema y a veces una coda para el final. Todas las partes, excepto la coda y la recapitulación, se repiten. Puede haber variantes a ésto como lo es la introducción de «puentes», o partes de 8 compases en lugar de 16, etc.

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