El puertorriqueño lleva con orgullo sus raíces múltiples y las ha sabido conjugar para crear una esencia única, lo que nuestro poeta Luis Palés Matos llamó “burundanga”.
Somos un pueblo que sabe convivir con otros, aceptar a otros, rechazamos de plano la palabra xenofobia porque ser puertorriqueños es ser un poco de todo y a la vez destilamos nuestra propia esencia.
¿Paradójico? Efectivamente, y esta seguirá siendo la pregunta más estudiada y analizada por nuestros pensadores, lingûistas, sociólogos y hombres de letras. Puerto Rico es rico porque en esta islita 100 x 35 hemos sido capaces de beber de otras fuentes culturales y seguir siendo… ¡Puertorriqueños!