Hay playas que son muy populares y visitadas, y otras que no lo son tanto, como la playa Punta Arenas, que es más bien tranquila y solitaria, a pesar que muy cerca están los hoteles, y los campings. En esta playa el agua brilla como en ninguna otra, quizás sea por efecto de las olas, de la fuerza del mar, de lo inexplicable de la naturaleza, que otorga esa belleza única a los lugares que son mas despreciados por los seres humanos.

Cerca, se desarrollan actividades deportivas extremas, que van desde el remo en el río Hondo, o el río Guabo. Desde esta playa también se puede ir a echar un vistazo al Cerro Cornelia, aunque lo cierto es que se hacen muy pocas las horas del día para disfrutar de este lugar.

No hay que perderse una visita a la Vereda Caracol, ni a la Vereda Descanso. A pesar que el clima es cálido es también muy húmedo la mayor parte del tiempo, seguramente por la brisa del mar, que normalmente corroe hasta los muebles de los habitantes que viven cerca, cosa que suele suceder a los que viven cerca de cualquier costa.

Los atardeceres, en esta playa son una experiencia que no aburre, aun cuando cada día parezca que es igual al día anterior, todo indica que el sol reencanta una y otra vez sin importar cuantas veces se le haya mirado, ni tocado o sentido, siempre es toda una experiencia mirarlo apenas se empieza a esconder, para regresar al otro día con toda su energía y calor.

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