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La marca de Ron Bacardi, recibirá del estado puertorriqueño unos 95 millones de dólares a modo de reembolso, que serán invertidos en una de sus plantas, en Cataño.

Con este plan de incentivo a la producción, la isla tendrá asegurada la producción de Ron Bacardi, durante los próximos 20 años.

Bacardi también recibirá una serie de incentivos de mercadeo y producción que equivaldrán al 10% de los reembolsos de ron a partir de las ventas de Bacardi en Estados Unidos.

La condición para que Bacardi perciba los beneficios económicos, sería que mantenga un nivel de productividad mínimo durante los próximos 20 años, lo que se traduce en más de 230 millones de dólares anuales para la isla, los que percibirá a través de impuestos federales por este rubro.

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La industria del Ron en Puerto Rico emplea a casi 4.500 personas y genera 400 millones de dólares en ingresos anuales. Bacardi representa dentro de esa cifra, aproximadamente un 70%.

Los incentivos a empresas, sea para mantengan un cierto nivel de productividad, o simplemente para que produzcan algo, sin importar cuánto, es una estrategia muy utilizada por gobiernos que no ven la visión de coyuntura que tienen las empresas, aprovechándose muchas veces, de la mala situación temporal por la que pasa un país para ir a negociar con el gobierno de turno.

Sin estas medidas probablemente la fábrica de ron se hubiese ido a otro lado, o quizás hubieran cerrado para evitarse el tener que enfrentar márgenes de comercialización más bajos a los que acostumbran. Muchos reclaman porque en la isla se subvenciona la construcción de hoteles y se impulsa una industria de manera superficial, lo que no necesariamente hace que esta sea más competitiva en el mundo. Como resultado, una industria y empresas ineficientes, no tienen otra vía para subsistir que la eternización de los subsidios.

Vía/ eldiario24; Fotos/ (Ramonhmls) flickr

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