Como puertorriqueños y seres humanos que somos, todos tenemos responsabilidades. Al asistir a la escuela, desde pequeños nos enseñan los dos idiomas; el español y el inglés. En la literatura estudiamos todos los movimientos literarios desde el Clásico que empieza en Grecia y Roma, la Edad Media, el Renacimiento, el Barroco, el Neoclacisismo que termina con la Revolución Francesa, el Romanticismo, el Realismo y Naturalismo que se dan coetaneamente, hasta la Generación del 98 movimiento privativo de España, la Generación del 36, entre otros.
Como podemos apreciar, estos son solo algunos de los movimientos estudiados en la clase de Español. Claro que nuestra literatura aún copiaba las fórmulas españolas y europeas. Poco a poco, América fue adquiriendo un modo de expresión propia y con el surgimiento del Modernismo empieza nuestro Gran Siglo Literario; un siglo de marfil, princesas y joyas preciosas, demostrados en hermosas poesías ya que además de caracterizarse por ser el primer movimiento creado en América, también es el que desentierra la poesía del olvido.
Ya en el siglo XX Puerto Rico fue capaz de tener una literatura con claras señas de identidad propia, como nuestro poeta modernista Luis Llorens Torres, Julia de Burgos, el creador de la poesía afroantillana Luis Palés Matos, el tenor Matos Paoli y Juan Antonio Corretjer, entre otros. En la segunda mitad del siglo en tierras hispanoamericanas surge el Boom Hispanoamericano y junto con Gabriel García Marquez, Carlos Fuentes, José Lezama Lima, Alejo Carpentier, etc…
Puerto Rico también dice presente en la narrativa con narradores de la talla de Luis A. Rafael Sánchez, Rosario Ferré, Edgardo Rodriguez Juliá, Magalis García Ramís, Ana Lydia Vega, etc… Todos estos escritores con un estilo propio exponen en sus relatos la rica diversidad cultural del pueblo puertorriqueño.